miércoles, 15 de julio de 2009

el día que te fuiste me qedé sin papeles. sin tinta, me qedé sin texto. la boca no tenía más que un hueco, y a los besos se los llevaba un hombre viejo. el día que me fui me sentí poderosa. apenas recordaba la dimensión, la magnitud de la libertad. poder elegir. y eso me lo vino a enseñar un perro. si se anda con cuidado y perceptivo en la playa, si se anda con el corazón encendido y la intuición plena, se pueden oír las verdades que ellos musitan cuando pasan a tu lado. amo a los perros de playa. y ellos también me aman a mí.